viernes, 4 de abril de 2008

11 ESTRELLAS EN EL PECHO.
Después de una espera de 9 años y medio, el equipo más popular del país, las Chivas Rayadas del Guadalajara, se coronaron por onceava vez en el fútbol profesional. Titulo que obtuvo con todos los merecimientos, pues a lo largo del torneo de Apertura 2006 fue el conjunto que mas arriesgó, mostrando una innegable vocación ofensiva, exponiendo tanto de local como de visitante, apostando siempre hacia la victoria. Un conjunto que salía prácticamente a “morirse sobre la cancha”, que jugo contra todo y contra todos, que vino desde la puerta de atrás hacia la calificación, sobrepasando un repechaje ante el Veracruz, para posteriormente dar cuenta del Cruz Azul en cuartos de final, después eliminar en una emocionante semifinal a su mas acérrimo rival, el América, y cerrar con broche de oro en la final al derrotar al especulativo Toluca, sacando a relucir la famosa “filosofía chiva” de ir al frente con determinación, conjuntando el talento de sus jugadores con la bravura al disputar cada esférico sobre el terreno de juego, pues en cada partido enseño que tenia ambición, además de corazón, pero sobre todo un gran espíritu de triunfo, heredado seguramente de sus exitosos antecesores, el inigualable campeonisimo. Mención aparte merece su afición, esa que vivió a lo largo de estos últimos años varios tragos amargos, entre eliminaciones y ausencias en algunas liguillas, pero la cual no dejo de apoyar y alentar al mexicanismo pelotón rojiblanco, ese que tanta satisfacción y orgullo les ha dado a sus seguidores al mantener durante toda su historia una línea 100 % nacionalista, y que ahora al campeonar reafirma esa identidad en la que el pueblo mexicano se refleja e identifica, haciendo suyo cada triunfo del rebaño ante el éxito que les niega la vida. Un equipo que fue creciendo en el torneo y creyendo a cada paso que daba, en si mismo, confiando en su buen manejo de balón y fútbol vertical, ese que llena estadios y que a pesar de las estrategias defensivas tan de moda hoy, gana a final de cuentas títulos, con lo cual también gano el fútbol como un espectáculo que atrae a las masas, como es el caso de este Guadalajara que lucho y mereció ver coronado todo su esfuerzo y dedicación sobre el terreno de juego, pues a la par de sus anhelos y deseos, estaba su temperamento, ese que lo hizo levantarse ante cada una de las adversidades que enfrento a lo largo de la temporada, demostrando que son dignos de portar la camiseta mas gloriosa del fútbol nacional, provocando en la mayor parte del país un festejo “sagrado” como nunca antes se había visto, llegando a convertirse prácticamente en una religión, con sus respectivas muestras de fervor y devoción por parte de una fanaticada que convierte a once simples mortales que patean un balón, en auténticos ídolos o leyendas inolvidables que inscriben su nombre a base de títulos, pues el chiverio sin lugar a dudas es un fenómeno social o catalizador que aglutina gente de todos los estratos económicos, desde el albañil hasta el empresario, los que apenas sobreviven con un salario mínimo o los viven desahogadamente, y quienes se funden invariablemente en esta clase de festejos y conviven olvidando momentáneamente cualquier diferencia. Por lo cual Guadalajara además de ser la ciudad más representativa del país y contar con el equipo de fútbol más importante, cuenta desde ahora con sus respectivas 11 letras, mas 11 jugadores y 11 títulos. Enhorabuena.

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